Morgana
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Los mejores restaurantes gallegos en Madrid (con o sin morriña)

Algunas de las principales casas donde entregarse al buen marisco, a los guisos con enjundia, a fabulosas piezas de pescado

Gorka Elorrieta
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Recordamos el dicho: el gallego no se queja, emigra. Esto ha hecho que buena parte de los restaurantes y bares de la capital sean gallegos. Y no nos quejamos, al contrario: la cocina gallega es de las que mejor sabe resaltar las virtudes del producto. Y qué producto: con el pulpo y la vaca como emblemas, tienen lo mejor del mar y de los prados y un repertorio de guisos y tapas imbatibles. Repasamos la lista de dónde probar la mejor comida gallega en la ciudad para todos los gustos y bolsillos.

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  • Española
  • Madrid
  • Crítica de Time Out

Bajo la piel de una taberna discreta, de mesas altas y cerveza como gran protagonista, se esconde marisco de primer nivel y platos tan sobresalientes como reconfortantes. Desde una tortilla rellena de manitas a la estilosa actualización de una merluza a la gallega o unas albóndigas para la ovación. Pero quizás sean los callos, que solo sirven viernes y sábado, la piedra angular del proyecto. “Me encantan, me parece un plato de aprovechamiento brillante”, cuenta Guillermo, un veinteañero formado en Le Cordon Bleu, que aprende en directo pero es capaz de levantar una propuesta con muchos argumentos. “La cocina es un medio para  un fin. El mío es crear un modelo de negocio que sea justo y responsable con empleados, proveedores y sobre todo con el planeta. La proximidad siempre que se pueda lograr, el desperdicio cero, los materiales textiles reciclados…”.

  • Española
  • Madrid
  • precio 3 de 4
  • Crítica de Time Out
Filandón
Filandón

Los propietarios de Pescaderías Coruñesas abrieron este idílico espacio donde todo es noble. De las maderas que lo visten a la parrilla, vértice centrífugo del restaurante, y la materia prima con la que trabajan; la preparan con el respeto que merece y eso implica una intervención leve en el producto. La clientela sabe que aquí se viene a comer pescados y mariscos aunque la carta ofrezca algunas carnes, arroces, platos de legumbres y verduras e innumerables entrantes de nivel. 

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Garelos

Es curioso que los restaurantes gallegos en Madrid, tal vez al hilo de la honestidad y humildad de la tradición culinaria de allí, suelen estar entre los restaurantes más asequibles de la ciudad. Así es aunque sorprenda dado su producto y una cocina propia de altísima calidad que traspasa fronteras. Ocurre, en este sentido y muy especialmente, con Garelos. En la taberna de Chamberí, con dos sedes en el barrio y sucursal en Galería Canalejas, hemos probado la mejor empanada de zamburiñas en tiempo. Ojo a su tortilla de Betanzos o a su pulpo a feira con cachelos que Garelos, como no podía ser de otro modo, lo tiene todo, además de una animadísima atmósfera de bar de siempre que nos encanta. Por cierto: acaban de abrir una Bodega, con mayúsculas, “de mesa y mantel”, como ellos mismos anuncian. Ni yendo allí resulta caro. Su menú diario de 35 euros es un regalo. 

Morgana

Desde que llegó al barrio de Chueca, no hay madrileño que se resista a la cocina viajera –pero con alma gallega– que factura el talentoso Miguel F. Vidal, responsable también de la propuesta del restaurante Bancal (dentro del MOM Culinary Institute).  Su objetivo, y también el de Augusto Álvarez (jefe sala y sumiller) es que puedas viajar hasta la Galicia más auténtica con cada bocado y cada sorbo. Si tenemos en cuenta el bagaje del chef es fácil adivinar que aquí va a mandar una cocina gallega de vanguardia en la que encontramos guiños a Asia, México o Perú, siempre con el producto de la terra galega como protagonista. Buena muestra de ello son su brioche de cocido gallego, uno de los aperitivos más aclamados de Morgana, o ese apartado de la carta llamado ‘Galicia en 3 platos’ donde aparecen una tortilla de patata estilo coruñesa, unos imperdibles pimientos de Padrón y una empanada de atún que ha sido elegida la mejor de España en Madrid Fusión 2025. Entre los principales, destacan la filloa de rabo de vaca con curry verde y un rape negro salvaje a la brasa con ají amarillo y arroz de coco que pondrá todos tus sentidos en acción. Y en sus postres no falta un pequeño homenaje al queso San Simón, protagonista de una tarta de queso que puede competir con cualquiera de las que provocan colas en la capital. 

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Gonzaba

Todo un referente en Galicia -allá tiene varios locales- si hablamos de parrilla desembarca a lo grande en la capital (Hermosilla, 103). Se trata de un local enorme que han puesto en manos del estudio Las 2 Mercedes para dotarlo de calidez, rusticidad y piezas únicas. Dos plantas (y un reservado), una gran cámara para madurar grandes piezas de carne, una imponente cava (tienen además muchísimas opciones para beber por copa) y bogavantes y otros grandes mariscos frescos en su propio vivero a un paso de la cocina y a la vista del comensal. La parrilla es igualmente de dimensiones hercúleas. Y por esas brasas van pasando los cortes de ternera gallega, rubia suprema, black angus, wagyu o buey... que siempre se acompañan en mesa con puré de patata y pimientos asados.

  • Mediterránea
  • Madrid

Es, con mucha probabilidad después de que varios de los clásicos hayan echado el cierre, el restaurante gallego con más solera de Madrid. Lo que Jose Espasandín comenzó como un comedor de barrio hoy, más de 20 años después, y renovado en forma y fondo, es un referente de la más acogedora cocina tradicional de la región. Con la renovación física vino, asimismo, una vuelta de frescura y actualidad. Su pulpo a feira, su caldo gallego o su rodaballo con ajada gallega se mezclan con sashimis de vieiras, de corvina o lubina a la pimienta de Sichuan. No falta, en este sí, una selección del marisco más fresco para darse un homenaje atlántico total. 

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Pazo Coruña

No puede estar más escondido. Y, a la vez, más concurrido. Ya solo con esto te puedes hacer una idea de cómo se las gastan en Pazo Coruña. Abierto en 1999, este restaurante familiar de cocina gallega es famoso por su generosa ración de merluza a la gallega, servida en cazuela de barro y sin escatimar a la hora de emplear el pimentón, como debe ser. Es el plato que no suele faltar en ninguna de las comandas de sus tres espaciosos comedores (dos interiores y uno exterior), pero también es la elaboración insignia que muchos vecinos de Retiro encargan, para disfrutarla en casa, o se toman directamente en las mesas altas que hay junto a la barra. Cualquier espacio es bueno para disfrutar de este y otros muchos clásicos del recetario gallego. Ofrecen caldo gallego en temporada y su oferta de carnes, pescados y mariscos es apabullante. Imposible no encontrar  esa receta que siempre te apetece devorar cuando quieres darte un festín en clave gallega: pulpo a la brasa, almejas a la marinera, navajas a la plancha, empanada de chocos de la Ría… Y si eres amante de la merluza, no busques más, porque aquí tienes cinco opciones diferentes para disfrutarla en todo su esplendor.  Por si todo esto fuera poco, debes saber que estamos ante uno de los restaurantes con mejor relación calidad-precio de la zona. 

La pulpería de Mila

La Pulpería de Mila, en pleno barrio de Salamanca, propone una selección de elaboraciones que es una auténtica oda a las tierras celtas del país. Un recorrido en el cual cada plato recoge un fragmento de territorio. En su local con terraza, este restaurante gallego tiene un concepto enfocado a narrar una historia que habla de origen y de tradición. Su propuesta es una travesía completa que comienza a nivel del mar, con su inicio en sus rías y sus aguas marinas, subiendo poco a poco por huertas y aldeas, y finalizando en sus picos monteses. Y es que en La Pulpería de Mila puede disfrutarse el mejor producto de la costa: pulpo, almejas de las Rias Baixas, gambas alistadas con vinagre de manzana… pero también la clásica empanada de aldea y los guisos más característicos, como el arroz al caldeiro o la sopa mariñeira, perfectos como primer plato. Del interior, desde la icónica tortilla de Betanzos, poco cuajada y con la patata melosa, los pimientos de Herbón, típicos de Padrón o el lomo de vaca, madurado con escamas de sal. ¿Un plus? Además de su comedor, el local cuenta con una sala ideal para reunir grupos con la gastronomía gallega como protagonista. 

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  • Española
  • Lavapiés
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

¿Sois de croqueta de jamón o de chorizo? De su tortilla de patata y sus fuera de carta (atención al marisco), seguro. Sobre unas raíces gallegas y suelos de terrazo originales, los responsables de La Falda (a unas pocas calles) han reverdecido una taberna, animadísima siempre, donde conjugan con destreza hilo musical, producto espléndido, notas de fusión, sabores castizos, pan del bueno y bodega nada convencional, versátil y honda.

La gran pulpería

"Atajo a Galicia". Así se autodefine esta propuesta con sedes en Pozuelo y en Madrid y que es un templo al que no deja de peregrinar, a pesar del paso de los años, la gente joven y no tan joven que se da cita allí. Su oarroquia está llena de fieles habituales. Lo consigue su concepto de “merendeiro” desenfadado y su precio económico, que no está reñido con las mejor materia que traen directamente de tierras gallegas. Uno podría ir día a día probando cada apartado de la carta porque todo apetece. Tras su clásico aperitivo de chorizo picante que dejan siempre en la mesa, el pulpo a feira cocido en cobre, como debe ser, tiene pocos rivales. Sus empanadas de bonito o de bacalao con pasas son adictivas como lo es su famosa tortilla de Betanzos o sus croquetas de lacón. Del mar, eligen conchas y pescados frente a caros mariscos y nunca, nunca fallan.

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