El imprescindible bar de los hermanos Villalón, referente en la calle Reina del buen comer y beber desde hace siete años, experimenta un cambio vital a la zamorana. Se aprecia una reforma estética pero sobre todo de modelo al cerrar los fines de semana y abrir de lunes a viernes a partir de las cinco y media de la tarde. Un riesgo para adaptarse a los nuevos tiempos de la hostelería. Una Angelita gastronómica y emocionalmente evolucionada.
Hay algo que no cambia: la identidad. Mario y David siguen siendo fieles a los orígenes familiares, donde la huerta propia en el pueblecito de Litos marca la producción. También siguen siendo virtuosos de la hospitalidad y hacen contrapeso el uno del otro, David con los vinos y Mario con los cócteles.