Si estáis buscando joyas únicas, hechas a mano y en Barcelona, esta marca os cautivará. Con solo 25 años, Anaïs es la creadora de Petit A Jewelry, una marca de joyas artesanales producidas en un pequeño taller del barrio de Sants, hechas con vidrio y oro que han llamado la atención de muchas personalidades del mundo de la música y la moda. En tan solo un año, Anaïs ha pasado de hacer pequeños proyectos en la habitación de su casa a trabajar con artistas como Belén Aguilera o ir a la Fashion Week de París.
“A mí me dicen hace dos años que estaría trabajando con quien lo estoy haciendo y no me lo creería”, asegura Anaïs. Conservando la sensación de proximidad, calma y elegancia, el nombre de Petit A Jewelry refleja todos estos valores: “siempre he sido muy bajita, y en Terra Alta, de donde es mi padre, me llamaban ‘petita’, y en Francia, de donde es mi madre, ‘petit’”.
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El borosilicato, un vidrio que usan en el mundo de la ciencia, y el oro son los dos materiales con los que Anaïs hace cada una de las joyas. Para conseguir el color dorado de las piezas, usa el ‘fuming’, una técnica que la caracteriza y que consiste en una especie de vaporización del metal, donde regulando la cantidad de oxígeno, consigue distintas tonalidades de dorado y rosados.
Aunque ella se considera una ‘artista que hace joyas’, asegura que la dirección de arte y el trabajo figurativo son las partes de su trabajo que más disfruta. “Cuando hago colaboraciones con artistas, lo que más me gusta es el proceso de creación de la joya, trabajar con alguien que admiras y admira tu trabajo es muy emocionante”, confiesa.

“Si el proceso de crear una joya no tiene un aspecto terapéutico para mí, pierde todo el sentido”, asegura. Aunque el proyecto empezó en setiembre de 2021 a raíz de una ‘crisis existencial’ en plena pandemia, fue el TFG, que presentó un año más tarde, el que marcó un antes y un después en la marca. 'Resilience' fue el nombre de la colección de joyas que presentó como Trabajo de Final de Grado, un proyecto que asegura que “fue un recurso para salir de un pozo emocional” que refleja a la perfección de usar la creación, el vidrio y el arte como terapia. “Gracias a ‘Resilience’ ahora siento que mi proyecto existe, antes era como un sueño”, asegura orgullosa.
Desde hace un año, Anaïs también imparte talleres donde comparte su pasión por el vidrio enfocado a la joyería; clases regulares en grupos reducidos, clases particulares y talleres grupales donde trabajan con borosilicato, butano u oxígeno y una llama de unos 1.200 grados. El proceso de creación es una mezcla entre la atención y la relajación más absoluta; estar en alerta trabajando con fuego mientras trabajas una pieza de vidrio, una sensación que hizo que Anaïs se enamorara de este material y que transmite a todo el mundo que acude a sus talleres.
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Para darse a conocer, al principio Anaïs intentó hacerlo a través del mundo ‘influencer’