La Operación Asfalto de 2025, el ambicioso plan anual del Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid para la renovación de calzadas que persigue mejorar el estado de las vías urbanas bajo criterios de sostenibilidad, seguridad y eficiencia medioambiental, llegó a nuestro distrito recientemente. Esta primera fase, contemplaba la intervención de cinco calles a lo largo de Chamberí, una superficie total de 11.330 m2, con el objetivo de disminuir los niveles sonoros de rodadura y la contaminación del aire, gracias al uso de materiales sostenibles.
Ahora, la segunda fase de esta operación municipal amplía su alcance con una inversión de 5,5 millones de euros y la renovación de 296.144 m2 de calzadas en 111 calles de toda la ciudad.
Como consecuencia, en nuestro distrito, esta nueva etapa contempla la mejora de ocho nuevas vías, que suman una superficie de 13.113 m2, seleccionadas tras un análisis técnico basado en su estado de conservación y volumen de tráfico.
- Calle de Alcalá Galiano
- Calle de Doménico Scarlatti
- Calle de General Ampudia (entre nº 12 y 20)
- Calle de Ríos Rosas (entre Agustín de Bethencourt y Alonso Cano)
- Calle de Lozoya
- Calle de Magallanes (entre Fernández de los Ríos y Donoso Cortés)
- Calle de Palafox (entre Alburqueque y Olid)
- Calle de El Españoleto
Con estas actuaciones, ya son 13 las calles de Chamberí que se beneficiarán este año de una mejora integral del pavimento, alcanzando una superficie total de 24.443 m², en beneficio de la seguridad y comodidad de vecinos y vecinas.
Asfalto más sostenible para una ciudad más habitable
La Operación Asfalto 2025 supone una inversión de 17,7 millones de euros para renovar el pavimento en 367 calles a lo largo de los 21 distritos. Esto se traduce en una superficie de cerca de 900.569 m2. Para ello, se emplearán alrededor de 105.000 toneladas de asfalto, cuya composición es más respetuosa con el medioambiente en comparación con las que se venían usando anteriormente.
Además, la mitad del material utilizado serán mezclas bituminosas semicalientes. Se pueden fabricar a menor temperatura, unos 30ºC inferior a las mezclas en caliente tradicionales. Esto reduce las emisiones de gases contaminantes, así como la exposición de los trabajadores a humos, hidrocarburos y olores y el consumo energético. Todo esto permite, además, trabajar a con este material a temperaturas ambientales menores, pero manteniendo las características mecánicas y de durabilidad similares a las tradicionales.